El gran negocio de envenenar

La Editorial

A la hora de favorecer los agronegocios y su embestida contra el medio ambiente y la salud de las comunidades rurales, la famosa y meneada grieta hizo mutis por el foro. Y ahora el veneno llega a las urbes, entonces cuando aparezcan varios miles afectados, alguien se pondrá a ver “si se puede hacer algo”. Algo que no afecte las millonarias ganancias que se obtienen a despecho de la salud del pueblo.

 Pan con transgénicos y agrotóxicos: rechazado por las grandes alimenticias, el trigo HB4 se consume en panaderías y minoristas

Arcor y Molinos informaron que no compran trigo HB4 para elaborar sus productos. Tampoco se exporta. En la Federación de Acopiadores advierten que el transgénico termina en panaderías, fábricas de pastas y pizzerías. Los productos que lo contienen no están identificados y las familias argentinas no pueden elegir si quieren evitar el cereal modificado genéticamente.

Desde que el trigo transgénico está en el mercado argentino, un solo molino -La Esmeralda, en Santa Fe— publicitó que lo utiliza. Lo hizo el año pasado en un evento organizado por Bioceres, en el que se anunció que 25 molinos ya procesaban el HB4 en el país. Entre los clientes de La Esmeralda se encuentran las principales cadenas de panaderías de Córdoba, según informa la empresa en su sitio web.

Sobre el resto de los molinos, panaderías y minoristas, no hay precisiones. Esto se debe a que en la Argentina no es obligatorio identificar los productos elaborados con transgénicos, como sí lo es en Brasil, por ejemplo.

En el Congreso de la Nación, entre 1999 y 2024, se presentaron más de 70 proyectos de ley para que el etiquetado sea obligatorio (en algunos casos se trata del mismo proyecto presentado varias veces, luego de perder estado parlamentario). Sin embargo, hasta el momento, ninguno prosperó.

El trigo transgénico fue autorizado en 2020 por el gobierno de Alberto Fernández sin hacer estudios de impacto ambiental ni consultas públicas, tal como lo exigen la Constitución Nacional y la Ley General del Ambiente. Sólo se tuvieron en cuenta los informes confidenciales que presentó la empresa interesada.

Estas irregularidades llevaron a que el fiscal federal Fabián Canda pidiera suspender su venta y cultivo. Lo hizo en dos oportunidades, primero en 2021 —a un año de la autorización de la siembra—, y luego en 2022, cuando se liberó la comercialización. Sin embargo, hasta el momento ningún juez ordenó la suspensión a nivel nacional. Donde sí hubo una orden judicial de frenar las autorizaciones fue en la provincia de Buenos Aires, en julio de 2022. Pero esa orden fue revertida por la Cámara de Apelación en lo Contencioso Administrativo de Mar del Plata, en marzo de 2023, y ahora se espera la decisión final de la Suprema Corte de Buenos Aires.

Fuente: https://agenciatierraviva.com.ar/pan-con-transgenicos-y-agrotoxicos-rechazado-por-las-grandes-alimenticias-el-trigo-hb4-se-consume-en-panaderias-y-minoristas/

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